El deporte y la actividad física se han resignificado en los últimos años adquiriendo una gran importancia y popularidad en la sociedad. De hecho, se ha convertido en la nueva pasión de este siglo. Muchos han encontrado en el deporte una forma saludable de mantenerse física, mental y socialmente. Con toda esta euforia por el deporte llegan también nuevas prácticas como es la del descanso activo, de la que me gustaría hablar en este artículo. Y es que, como verás más adelante, es muy importante planificar este tipo de descanso y hacerlo de la forma adecuada para asegurarnos que realmente es beneficiosa para nuestro cuerpo.
¿De dónde surge el descanso activo?
Para empezar me gustaría explicarte que el descanso activo no surge de la nada, ni es una idea loca sin fundamento. De hecho, el concepto de descanso activo nace de los deportistas de élite, los cuales empezaron a practicarlo y a notar que este era beneficioso para su recuperación física.
Y es que después de una o varias jornadas de ejercicio intenso, en el que pones al límite tu musculatura, se suele recomendar hacer un parón total sin nada de ejercicio. No obstante, los deportistas de alto nivel notaron que, como si de una máquina se tratara, el cuerpo puede recuperarse mejor si el parón se hace de forma paulatina y progresiva, en lugar de hacerlo de golpe.
De hecho, en muchas ocasiones ya no se plantea ningún parón total y es que el cuerpo está tan acostumbrado a ciertos niveles de oxigenación y circulación, que parar totalmente no entra en los planes de algunos deportistas,
Quizás te interese leer estos artículos en los que puedes ver la importancia del descanso:
En entrenamiento para Quemar grasa, en un Entrenamiento de Alta Intensidad o al Aumentar tu masa muscular
¿Qué es el descanso activo?
El descanso activo, tal y como se puede intuir, se trata de sesiones de descanso en las que el cuerpo mantiene un nivel de movimiento leve, el cual le permite al deportista seguir con su entrenamiento a la vez que su cuerpo y sus músculos se recuperan. Por ejemplo, en las sesiones de descanso activo, los deportistas suelen hacer trote, paseos, yoga, salir en bicicleta, patinar, etc.
Lo que debemos tener en cuenta es la intensidad de la actividad en comparación con la intensidad de nuestras sesiones de ejercicio. Por eso, se suele aplicar un descanso activo para rutinas en las que el nivel de exigencia sea medio-alto. Ya que en casos de nuevos deportistas, las rutinas habituales son tan moderadas que no hay margen para sesiones de descanso activo.
El descanso activo puede ser una etapa de una semana o 1 mes en la que te veas obligado a parar por sobrecargas o lesiones. En este caso, una etapa de descanso activo es ideal para no perder la costumbre de ir a entrenar y de perder lo mínimo de tu forma física.
Cómo ves, el descanso activo es la herramienta perfecta para personas que por una u otra razón, necesitan tomarse un día o una temporada, con un nivel más bajo de exigencia, sin perder la costumbre, manteniendo el movimiento de los músculos y oxigenando el cuerpo.
Ventajas del reposo activo
Este tipo de descanso tiene una serie de ventajas que veremos a continuación:
- Oxigenación del músculo: el músculo después de muchas sesiones exigentes necesitará descansar pero también oxigenarse para crecer y recuperarse. En este caso, una actividad propia del descanso activo es ideal para aportar a nuestro cuerpo esa recuperación y relajación que necesita
- Puedes explorar nuevas formas de ejercitar tu cuerpo: cuando el descanso activo llega a nuestra vida de forma impuesta, como decía antes por una lesión o por sobrecarga, nos puede enseñar nuevas formas de progresar. Y es que si bien, muchos resultados físicos solo llegan con grandes dosis de intensidad, también es cierto que el cuerpo puede agradecer muchísimo una sesión relajada, llena de estiramientos o de movimientos en zonas musculares que hasta ahora no habíamos trabajado.
- No perder la forma física: Muy ligado con el ejemplo anterior, de cuando el descanso activo llega de forma impuesta, este nos puede ayudar mucho a no perder forma física ni perder la costumbre y la rutina de movimiento y ejercicio.
- Mantenemos la circulación sanguínea de forma correcta: Si algo tenemos que agradecerle al deporte, es que nos ayuda a mantener una correcta circulación sanguínea. Por eso, mientras seguimos manteniendo un movimiento cardiovascular podemos seguir aportándole a nuestro organismo ese flujo que eliminará cualquier sensación de pesadez o entumecimiento.
- Reduce el estrés acumulado y nos ayuda a mantener los niveles óptimos de relajación: Otra ventaja que tenemos que agradecerle al deporte es la relajación y bienestar que este produce en las personas. Por eso, un descanso activo propicia que sigamos manteniendo un estado de relajación asequible.
Ejercicio de descanso activo
Es bastante sencillo elegir una actividad para hacer durante nuestra fase de reposo activo. En esencia debe ser una que no nos suponga una gran sobrecarga muscular, o por lo menos una que esté muy por debajo de la habitual en nuestras rutinas. A continuación te dejo algunas ideas que puedes hacer en el gimnasio, en casa o al aire libre.
Ejercicio para hacer en el gimnasio como descanso activo:
- Trotar o correr en la elíptica durante 20 o 30 minutos
- Apúntate a una clase dirigida como pilates o yoga ya que normalmente en estas puedes elegir el nivel de exigencia.
- Haz 20 o 30 minutos de alguna otra máquina de cardio como la de remo o la stepper.
Ejercicio para hacer en casa como parte de un descanso activo
- Sesiones de 20 o 30 minutos de stretching
- Sesiones de 20 o 30 minutos de yoga
- Ejercicios con las gomas de resistencias o con la pelota de pilates
Ejercicios para hacer al aire libre como parte de un descanso activo
- Haz una ruta de senderismo o trekking
- Sal a patinar durante 40 minutos o 1 hora.
- Ve al trabajo caminando o en bicicleta
Descanso de recuperación con un entrenador personal
En definitiva, y para que acabes de comprender esta idea, el reposo activo es una forma de ayudar a nuestro cuerpo a recuperarse de duras sesiones de entrenamiento. Y es que gracias al movimiento, el oxígeno y la circulación sanguínea, los músculos podrán recuperarse de forma más óptima.
Aún así, si tienes dudas consulta con un profesional que pueda configurar para ti una rutina adecuada de descanso activo, en caso de que realmente la necesites. Ya que si tu nivel es bajo-medio, lo ideal es que los días de reposo sean de reposo absoluto.