Llevamos varios años escuchando a nuestros usuarios preguntarnos cuál es el mejor momento del día para entrenar. Y la respuesta siempre es que depende de sus posibilidades y de sus ritmos vitales. Aún así, tanto entrenar por las mañanas como entrenar por las tardes, tiene ventajas y características asociadas que deberías conocer. No obstante, debes tener siempre claro, que lo más importante no es a qué hora lo hagas, sino finalmente hacerlo.
Cómo siempre digo, el primer reto es aprender a ser constante y a que cada día o cada semana hay que moverse un poco e involucrar el deporte en tu vida.
Por eso, dependiendo del nivel de compromiso en el que te encuentres con el deporte, puedes pensar o no en este aspecto tan concreto. Porque si recién estás empezando, tu prioridad ahora es esforzarte por mover y ejercitar el cuerpo cada día el tiempo que puedas y en el momento del día que te vaya bien.
En cambio, si el ejercicio ya forma parte de tu vida, y quieres ir un paso más allá, puedes empezar a plantearte más en serio esta cuestión que nos atañe en este artículo de cuál es el mejor momento del día para entrenar.
Qué beneficios hay si entreno por las mañanas vs por la tarde
La idea es que tú mismo puedas encontrar cuál es el mejor momento del día para entrenar y es que no hay ninguna evidencia científica que nos señale que hay una hora o un momento del día en el que sea más efectivo entrenar. Como siempre decimos aquí, el deporte no va de recetas mágicas que se puedan aplicar para todos, sino que cada uno debe buscar sus propias herramientas deportivas.
No obstante, sí que podemos tener en consideración ciertos aspectos más generales relativos a los entrenos en relación al momento del día en el que se producen.
Características de entrenamientos a primera hora
- Empiezas el día con más energía: Obviamente una de las principales características/beneficios de practicar deporte a primera hora de la mañana es, sin duda, el empezar con tu rutina de trabajo o de vida con más energía. Y es que al practicar deporte por las mañanas, también sueles darte un tiempo de calidad para la ducha y/o el desayuno. Todo ese pack matutino lo notarás a la hora de afrontar tus obligaciones.
- Ejercicios sin multitudes de personas o vehículos: Otra característica que encontrarás al practicar deporte por las mañanas es el hecho de no coincidir con tanta gente como por las tardes-noche. Tanto si entrenas al aire libre como en el gimnasio, es menos probable que tengas que lidiar con el paso de otras personas o incluso con el ruido y la polución de los coches.
- Constancia más férrea: Tener la rutina de madrugar, por ejemplo, dos horas antes de ir al trabajo, crea una dinámica bastante intensa en relación al deporte que hará que tu compromiso se mantenga más vivo y tenaz.
- Aire más puro y fresco: Salir a entrenar por la mañanas también implica una exposición al aire fresco y puro de las mañanas. Dependiendo de la ciudad en la que vivas, notarás de forma muy evidente la diferencia de la carga de polución durante las primeras horas de la mañana en comparación con las de la tarde-noche.
- Mejor organización del resto de obligaciones: Entrenar por la mañana, tiene otra característica y es que hará que empieces el día con una de tus obligaciones ya cumplida y superada. Quedándote el resto del día para organizar el resto de tus tareas.
Características de entrenamientos por la tarde-noche
- Menos riesgos de lesiones: Al entrenar por las tardes lo hacemos después de haber estado todo el día en movimiento y por lo tanto nuestros músculos están más preparados para seguir moviéndose esta vez con un nivel de exigencia superior.
- Más flexibilidad de dedicación: Otra característica de entrenar por las tardes a última hora es que al no tener más obligaciones a las que atender, puedes ser más flexible y por ejemplo escuchar un poco más a tu cuerpo y seguir el ritmo que este te pide. Tanto en el caso de que quieras hacer menos repeticiones como si te sientes animado y quieres darle más caña a un ejercicio en concreto.
- Acabamos de explotar los depósitos de energía: Según el tipo de alimentos que ingerimos, nuestro metabolismo, nuestro flujo energético y nuestras rutinas diarias es muy probable que lleguemos al final del día con bastante más energía de la que querríamos. Me refiero a esa necesidad que a veces podemos sentir de expulsar algo de energía que tan bien se consume con rutinas vespertinas.
- Mejor descanso: En relación a lo anterior, una característica de los entrenamientos de tarde o noche, es que afectan directamente a nuestra calidad del sueño. Pero en este caso, depende mucho de cada persona, porque hay a quién le sobreexcita y hay a quién le relaja.
Entonces ¿Cuál es el mejor momento del día para entrenar?
Como habrás podido comprobar, tanto entrenar a primera hora, como entrenar por la tarde tienen ventajas. La idea no es sentar cátedra, porque como decía al principio, no hay ninguna evidencia que nos confirme que haya una franja horaria mejor o peor que otra.
Por eso, dependiendo de tus obligaciones puedes elegir el momento que mejor te vaya o incluso ir cambiando para notar las diferencias concretas. De hecho es muy habitual que en verano, las personas prefieran entrenar a primera hora de la mañana porque se benefician de un aire más fresco, y en invierno, por las tardes, porque el cuerpo ha entrado en calor y su cuerpo se ha acostumbrado al frío y está más predispuesto al ejercicio.
En definitiva, la idea es que tú mismo configures las rutinas en el momento que mejor te convenga, siempre teniendo claro que lo importante no es que tu entrenamiento sea perfecto sino que simplemente SEA.