En este artículo me gustaría abordar uno de los temas más importantes que suele afectar a muchas personas que quieren empezar, o que ya tienen, una rutina de ejercicio. Me refiero al estancamiento al entrenar: ese momento en el que sentimos que nos falta motivación, fuerza y que, en general, empezamos a perder el interés por entrenar. 

La clave en este caso, es tomar medidas preventivas y no esperar a que el estancamiento haga que nos retiremos y dejemos el deporte relegado en nuestra vida. Y es que, el deporte se debe entender como una herramienta física pero también emocional. Esta debe ajustarse a nuestros ritmos, a nuestros intereses y a todo lo que ocurra en nuestra vida. 

Como siempre digo, el deporte es el que se debe adaptar a tu estilo y ritmo de vida. En caso contrario es muy probable que acabes frustrándote y abandonando.  

¿Cómo saber que estoy en estancamiento al entrenar?

Cuando hablamos del estancamiento al entrenar, nos referimos a ese momento de inflexión en el que empiezas a cuestionarte cosas como:

  • ¿Realmente me está ayudando en algo el entreno? 
  • ¿Por qué no veo diferencias físicas si llevo mucho tiempo entrenando? 
  • No me siento con más energía, de hecho todo lo contrario
  • Me aburro siempre con la misma rutina de ejercicios 
  • ¿Estaré haciendo bien los ejercicios o tendría que cambiar?
  • No sé si me sale a cuenta desplazarme y dedicar tanto tiempo al deporte

En definitiva, todos esos pensamientos que nos vienen a la cabeza y que nos hacen sentir como si lo que estamos haciendo no vale la pena o como si una parte de nosotros quiere abandonar.  La buena noticia es que es totalmente normal y que a todos nos ha pasado. Así que no te preocupes, porque si ya has localizado este tipo de pensamientos ¡Enhorabuena! ya tienes el primer paso hecho: reconocerlo y saber que es muy probable que estés entrando en el síndrome del estancamiento al entrenar. 

El siguiente paso es escucharte y cambiar para evitar el estancamiento al entrenar

Al contrario de lo que puedas pensar, lo ideal ahora es escucharte. Sí, tal y como lees. Escúchate porque esos mensajes que aparecen en tu mente son importantes, porque esos mismos mensajes, si escuchamos con atención, tienen la respuesta que necesitamos. Y a continuación te daré algunos ejemplos para que puedas hacerte una idea de lo que quiero explicarte y luego puedas aplicarlo en tu caso concreto. 

Los resultados físicos que no ves y que pueden llevarte al estancamiento al entrenar 

Si tienes cuestionamientos sobre por qué no ves los resultados físicos que esperabas y llevas bastante tiempo entrenando, puedes considerar si el tipo de entrenamiento que estás llevando a cabo es realmente el que necesitas para ese objetivo. Para este caso, entran en juego muchas cuestiones físicas y personales: tu genética, la dieta, cómo estés haciendo el entreno, etc.. Una gran cantidad de factores que, honestamente, son son fáciles de entender ni de calibrar. Lo mejor es que un profesional te ayude a evaluar qué está fallando en todo ese cóctel de posibilidades. 

Debes tener en cuenta, además, que conseguir algunos resultados físicos puede requerir mucho tiempo de entreno. Lo ideal, al principio, es marcarse objetivos que puedas medir como por ejemplo, bajar de peso, definir alguna parte del cuerpo, mejorar la resistencia pulmonar, etc. Si aún así, te gustaría ir más rápido hacia ese objetivo, te recomiendo que revises la intensidad de tus repeticiones. Es decir, puedes aumentar el peso, aumentar la cantidad de repeticiones o de series, hacer las repeticiones en más tiempos, etc. En definitiva, darle más caña al cuerpo en tus entrenos para que sientas cómo tu cuerpo se acerca más a ese objetivo.

Esto último, debes tomarlo con mucha precaución, porque si no cuidas tus propios límites, podrías hacerte daño. Así que puedes ir introduciendo más resistencia poco a poco, y viendo cómo responden tus músculos y tus huesos. 

Sentirte cansado desde que estás entrenando

Uno de los beneficios que siempre decimos que tiene el deporte es un aumento de energía sustancial en tu día a día. Pero lo que quizás no puntualizamos es que, al principio, cuando pasas de un estilo de vida sedentario a otro más activo, es normal que durante el día te sientas más cansado de lo habitual. Esto se debe a que, hasta que has empezado a hacer deporte, seguramente tu cuerpo estaba habituado a funcionar a un 50% de potencia. Al introducir el ejercicio en tu rutina, tu cuerpo pasaría, por ejemplo, a utilizar el 70% 80% de toda la energía. Este aumento, al principio, será costoso para la “maquinaria”. Pero si cambias tu alimentación y le das más energía, llegará un momento en el que tu cuerpo se estabilice y no te cueste tanto estar a ese nivel. (Estos porcentajes que te acabo de dar son solo ejemplos numéricos para explicarte cómo se estabiliza el cuerpo a nuevos niveles de esfuerzo físico. No están basados en datos reales.) 

La falta de motivación o aburrimiento que pueden propiciar el estancamiento al entrenar

Sentirte desmotivado o aburrido mientras entrenas es otro de los sentimientos más clásicos en las personas que entrenamos o las que están empezando. Este es un problema que debes atajar desde el principio. Seguramente en este caso, lo que realmente te aburre no es el ejercicio en sí mismo, sino la rutina, la actividad o el ejercicio y sea el momento de cambiarlo. Y esto es totalmente normal, ya que cuando hacemos ejercicio, lo más recomendable es la diversidad de ejercicios y actividades, pero también revisar las rutinas periódicamente (cada 3 meses más o menos).

Un entrenador personal que puede ayudarte a no caer en el estancamiento al entrenar

Una vez tengas claro cuál es el verdadero origen de tu estancamiento al entrenar, puedes acudir a un profesional que te ayudará a combatirlo desde una perspectiva profesional con la que tu te sientas cómodo y puedas superar este y todos los obstáculos que se te presenten. En HE Entrenador Personal, llevamos muchos años ayudando a personas como tú que se sentían estancadas y poco motivadas con sus rutinas. Y, después de un análisis personal, hemos podido darle justo ese cambio que necesitaba.